Normalmente los rodamientos se ven afectados por condiciones de: lubricación, contaminación, desalineación, desbalance, ajustes y otras variables mecánicas relacionadas al montaje y desmontaje (para el caso de los rodamientos que reciben mantenimiento periódico).
Desde el principio del proceso de mantenimiento, la debida selección del tipo de rodamiento, el adecuado manejo y almacenamiento pueden iniciarnos en el camino correcto para obtener el máximo rendimiento de estos elementos de máquinas que son de gran precisión.
Si un rodamiento trabaja en condiciones ideales, su vida útil generalmente llega a su fin por daños causados por la fatiga, que se produce, bien en los caminos de rodadura ó en los elementos rodantes, debido a los ciclos de tensión repetidos que actúan sobre éstos.
Por lo tanto, la "vida del rodamiento" generalmente viene referida al número de revoluciones (ó de horas a velocidad constante) que superará el rodamiento antes que aparezca la primera manifestación de fatiga en cualquiera de los caminos de rodadura ó cualquiera de los elementos rodantes.Si se ensaya en un grupo de rodamientos de idénticas dimensiones, diseño, material y proceso de fabricación, en condiciones de trabajo idénticas se observará una dispersión considerable entre sus vidas. La dispersión de la vida de fatiga puede atribuirse a variaciones en la fatiga del material, que pertenecen esencialmente a un estudio estadístico.
Es por eso, que la vida del rodamiento se expresa generalmente ó se compara en cuanto a "vida nominal", que se define como el número de revoluciones (ó de horas a velocidad constante) que superará el 90% de un grupo de estos rodamientos, antes que la fatiga del material produzca daños en cualquiera de los caminos de rodadura ó cualquiera de los elementos rodantes.
Sin embargo, en el uso práctico, el rodamiento puede quedar fuera de servicio debido a daños no atribuibles a la fatiga, como son contaminación, problemas de lubricación, fallas en el montaje, corrosión, deslizamiento, mal ajuste con el eje ó alojamiento, sobrecalentamiento, distribución de las cargas, brinelado ó fisuras.
Estos daños se pueden evitar si se toman las precauciones necesarias a la hora de efectuar la selección del rodamiento, y los métodos para su instalación, lubricación, etc.
